viernes, 28 de noviembre de 2008

Caminata nocturna

Bueno después de una larga pausa estamos de regreso. Esta vez con un paso más que un simple clic ya que hay que ingresar login y password, sorry pero es mejor así para evitar que ojos indiscretos accedan a nuestras pato-aventuras. Y no es broma ya tenia spam en la zona de comentarios.
En fin, una de esas cosas que vale la pena dejar en este baúl de recuerdos es la que me aconteció este fin de semana. Ya les había contado del bosque de los sueños (en el paseo con JM y el paseo en bici) que se encuentra relativamente cerca de la ciudad donde vivimos. Y cuando uno lo vista de día y va platicando, 45 minutos pasan volando.
Este bosque se ubica en una ciudad contigua llamada Ottignies, lugar donde se ubica la estación de trenes de mayor escala y más cercana a nuestra ciudad. Más de una vez escuche historias de colegas, latinos sobre todo, que habían tenido la mala experiencia de tener que regresar de Ottignies a LLN caminando a través del bosque. Y bueno siempre pensé que pudo haber provocado que tuvieran que caminar, por qué no fueron precavidos? seguramente es por vivir al límite perdieron el último tren.
Este fin de semana que vino de visita Paty, sobrina de Jose, llego vía Paris y con la mala nueva que perdió su tren por una serie de malentendidos y en vez de llegar a las 8 llego a las 11pm a Bruselas y solo alcanzamos un tren que nos dejo a las 12:30 en Ottignies. Oh my god, y ahora quien podrá ayudarnos? Al revisar la agenda telefónica me di cuenta que no contaba con ningún contacto al que le pudiera pedir el favor de ir a buscarnos. Inocentemente trate de contactar algún servicio de taxis, nunca lo había intentado en Bélgica, y me encontré con la mala nueva de que no trabajan más que con cita los fines de semana y que a esa hora estaba yo loco si quería hacer una.
Y entonces que podríamos hacer? Definitivamente quedarnos a dormir en la estación con 0 grados centígrados y la promesa de una caída de la temperatura a -6 grados en la madrugada no era opción. Caminar? en que dirección?, siguiendo la vía? no era buena opción ya que aun estaban circulando trenes y no había mucho terreno a un costado de las vías sobre todo en la zona de puentes. Pregunte a unos transeúntes, quieres de loco no me bajaron, en que dirección esta LLN? En mi cerebro estaba clara la dirección pero las calles al no ser rectas podrían hacernos caminar en círculo, entonces necesitábamos una guía.
Caminando un poco encontramos un primer letrero indicando la dirección a seguir para llegar a LLN y tenía la misma dirección para ir al bosque de los sueños, ahí me di cuenta que si lograba llegar al bosque de los sueños sería capaz de atravesarlo y llegar a LLN. Claro que la idea de caminar por un bosque de noche por muy controlado que este no es tan alentadora. Una variable extra era la nieve en el camino que podría provocar la caída de alguno de nosotros y dejarnos en peor condición. Caminando, seguimos encontrando señalizaciones al bosque y por fin después de 30 minutos lo encontramos.
La puerta de entrada nos mostraba una obscuridad petrificante, mi cerebro tenía claro el camino pero mi razón me decía quizás no sea tan buena idea caminar por aquí peor aún, al estar cerrada la entrada el plan era saltar la reja y de hacerlo a que no enfrentaremos? lobos? osos? coyotes? ratas al menos. La realidad es que yo sabía que no había ninguno de esos animales pero de noche la mente nos juega muchas bromas y la imaginación escapa a escenarios donde vampiros o E.T. nos secuestraba. Finalmente convencí a Paty, quien se mostraba más relajada, que convenía no saltar la reja pues algún perro guardián podría mordernos mejor había que caminar por un costado del Bosque y seguramente encontraremos el camino a LLN.
Y ahí íbamos cuando nos encontramos con la disyuntiva seguir la carretera o un camino angosto, paralelo al bosque, que tenía un letrero indicando que era el paso de bicicletas y caballos. Atravesar el bosque con la obscuridad y todo era una cosa simple ya que el camino a seguir no tenía pierde, insisto de día eso parece. Ahora, seguir un camino desconocido que por lógica me va a conectar al bosque es otra cosa. En fin, parecía que este camino, iluminado por cierto, ofrecía muchas ventajas y sobre todo tenía otro letrero que marcaba el camino a LLN.
Caminamos y caminamos y paso lo que esperaba el camino se volvía a bifurcar en dos opciones. Ahora más compleja la decisión, una con una entrada al bosque indicando camino de bicicletas (no tenia ni idea de a qué altura ni como alcanzar el camino de peatones del bosque) y la otra seguir por el mismo camino iluminado, que era el camino destinado a los caballos. Pues entrar al bosque con esa densa mancha negra de la noche no nos agrado en lo mas mínimo así que seguimos por el camino de los caballos. Cada paso era curioso, sabíamos que algo pisábamos pero no teníamos muy claro si era nieve o lo que dejan los caballos en su andar sin pañal. Y llegamos a un punto donde el último foco se alumbraba y la única forma de seguir era a través de una entrada al bosque. Por todo lo caminado yo tenía la errónea impresión de estar cerca de la salida y le dije a Paty, para darle ánimos de que todo estaba bajo control, que prosiguiéramos. Nos alumbramos con la luz de nuestros celulares, por fin este invento ha mostrado mucha utilidad en mi vida.
De repente, sonó algo que caía, o salía corriendo de un árbol, -oíste eso? - si claro, y de repente por el otro lado, plash. -Que es eso? se preguntaba Paty, no que no había animales? son zorros? , dos segundos de reflexión me hicieron entender que era simplemente nieve que por su peso caía de los árboles y de ahí lo constante de los sonidos, nada de qué preocuparse. Aún así apresuramos el paso pero entre el lodo y la nieve no era nada fácil. De repente el celular comienza a sonar, nadie me llama nunca y justo ahora que necesito alumbrar el suelo donde camino. Era Jose, quien entre todo esto se me había olvidado. Ella preocupada quería saber donde andamos pues según Google Maps (por si no lo saben con esta herramienta pues hacer estimar y ver la trayectoria a seguir entre dos puntos ya sea a pie o en auto) ya deberíamos haber llegado. Le explique que según mis cálculos no podríamos estar a menos de 30 min de la casa pero no tenía ni idea de donde estábamos y no veía luz ni atrás ni adelante, sin embargo le pedí que se mantuviera en la llamada para distraernos un poco. 5 minutos después una luz en el camino nos mostro que había casa cerca y que no debíamos estar lejos de nuestro destino.
Por fin salimos de esa obscuridad pero llegamos a un lugar de nuevo desconocido, lleno de casas pero no teníamos ni idea donde estábamos, caminamos a una esquina para ver los nombres de las calles y vimos que estábamos en LLN, en un lugar desconocido pero ya habíamos llegado a LLN. De ahí fue fácil Jose capturo nuestras coordenadas en GoogleMaps y nos fue guiando paso a paso y por fin a las 2:30 am muertos de frio llegamos a la casa donde un té caliente nos esperaba.